El Reiki tiene sus raíces en la antigua tradición japonesa y fue desarrollado por Mikao Usui a principios del siglo XX. La palabra «Reiki» proviene de dos términos japoneses: «Rei», que significa «espíritu universal», y «Ki», que significa «energía vital». Esta técnica se fundamenta en la creencia de que todos los seres vivos están compuestos de energía que fluye a través de ellos, y que el equilibrio de esta energía es crucial para mantener una buena salud.
El Reiki se practica mediante la imposición de manos en diferentes partes del cuerpo, con el propósito de canalizar la energía universal y restablecer el equilibrio energético del receptor. Esta energía se cree que fluye a través de los chakras, que son centros de energía ubicados a lo largo del cuerpo. Cuando estos chakras están bloqueados o desequilibrados, pueden manifestarse problemas de salud física o emocional.
La práctica del Reiki no se limita a la sanación física, sino que también abarca el bienestar emocional y espiritual. A diferencia de la medicina convencional, que se centra en tratar los síntomas físicos de una enfermedad, el Reiki pone su enfoque en el componente emocional y espiritual del paciente, considerando al individuo de manera holística.
El Reiki ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1995 como una terapia complementaria de sanación. En muchos hospitales de todo el mundo, se utiliza el Reiki para mejorar la sintomatología de los pacientes y acelerar los resultados de los tratamientos médicos convencionales.
En particular, el Reiki ha demostrado ser útil en el tratamiento de pacientes oncológicos, ayudando a reducir los efectos secundarios de la quimioterapia y mejorando el bienestar general. Además, se utiliza en la recuperación de cirugías y en la mejora de la salud emocional de los pacientes hospitalizados.
Aunque el Reiki es generalmente seguro y no tiene efectos secundarios, existen algunas circunstancias en las que no se recomienda su práctica:
- Lesiones cutáneas o fracturas de huesos:En estos casos, el Reiki no debe reemplazar la atención médica necesaria.
- Presencia de implantes dentales o de silicona:Pueden interferir con el flujo de energía durante la sesión.
- Antes de conducir o eventos importantes:El Reiki puede causar somnolencia y no es recomendable antes de actividades que requieran plena atención.
- Problemas cardíacos:Se debe consultar con un médico antes de recibir una sesión de Reiki.